Cuando todo está caro... ¿qué queda por hacer?
- Rafael Ortega

- 29 oct
- 6 Min. de lectura
Para el dogma de inversión actual, el diseño de cartera o asignación de activos, aunque importante, es un proceso relativamente sencillo.
Solo hay que definir objetivos y decidir cuánto riesgo tomar.
Si se asume demasiado riesgo, puedes tener drawdowns inasumibles;
Si se asume muy poco, los retornos pueden no alcanzar los objetivos a largo plazo.
Y dado esto: ¿qué hace la mayoría de la gente?
Pues lógicamente buscar equilibrio entre una cosa y la otra.
La comodidad de lo conocido
Durante los últimos 40 años, el reparto “pasivo” más extendido —60% en acciones, 40% en bonos— ha demostrado ser un punto de partida eficaz. Esa combinación ha captado dos primas de riesgo fundamentales:
la prima de riesgo de renta variable, que recompensa al inversor por soportar las caídas asociadas a crisis de crecimiento;
y la prima de crédito, que compensa por el riesgo de impago por parte de un emisor.
Desde 1979, cuando nació el índice Bloomberg U.S. Aggregate, una cartera 60/40 de acciones y bonos estadounidenses ha generado una rentabilidad anualizada del 10,2%, superando la inflación en 6,8 puntos.
Suficiente para cumplir los objetivos de la mayoría.
A primera vista, parece una fórmula definitiva.
Si algo ha funcionado tan bien durante tanto tiempo, ¿por qué cambiarlo?
Las medias engañan
En los últimos 120 años, una cartera 60/40 ha ofrecido un retorno real cercano al 4,7% anual, algo menor que en el periodo más reciente, pero aún razonable.

Fuente: GMO - A second opinion on the 60/40
Aun así, dentro de esa historia hay seis periodos —con una duración media de 11 años— en los que el inversor habría simplemente igualado o incluso perdido frente a la inflación.
Todas las décadas perdidas comenzaron igual: tras etapas de rentabilidades excepcionales y valoraciones excesivas.
La última expansión —de 2009 a 2021— nos sesga hacia el optimismo.
La 60/40 volvió a brillar con un 9,4% real anual, el doble de su media histórica.
Pero lo hizo impulsada por dos vientos de cola que no pueden repetirse indefinidamente: crecimiento económico sostenido y una caída prolongada de los tipos de interés.
El nuevo punto de partida
Tras la subida de tipos más rápida de las últimas tres décadas, las rentabilidades reales de la deuda pública han vuelto a niveles razonables. Sin embargo, los diferenciales de crédito son estrechos y muchas acciones —especialmente en EE. UU.— cotizan de nuevo a valoraciones exigentes.
En este entorno, una vuelta hacia valoraciones más equilibradas implicaría rendimientos mediocres para la cartera tradicional en los próximos años.
Sin embargo, siguen habiendo muchos activos (y estrategias) que merece la pena tener.
¿Y cual es el problema? Aprovechar estas oportunidades requiere estar dispuesto a construir carteras que se vean muy diferentes de la clásica 60/40.
Diversificación Estructural
Para enfrentar este escenario necesitaremos diversificar mas allá de acciones y bonos.
Diversificar no consiste en tener más piezas, sino en tener piezas distintas.
Acciones, bonos, oro, materias primas y diferentes estrategias sistemáticas se ven favorecidos (y desfavorecidos) bajo escenarios distintos.
Por eso lo importante no es cuántos activos hay, sino cómo se relacionan entre sí.
Si todos dependen del mismo motor que acciones y bonos —crecimiento estable y tipos bajos—, la diversificación es solo aparente.
La verdadera protección requiere independencia entre motores.
La base de la Cartera Permanente
Ahí reside el sentido de la Cartera Permanente: cuatro pilares —acciones, bonos, oro y efectivo— que equilibran los distintos estados de la economía.
Su valor no está en acertar, está en sobrevivir. Y el efectivo, tan denostado cuando todo sube, es el seguro silencioso que permite reconstruir cuando todo cae.
No evita el drawdown: lo hace asumible. Ninguna combinación de activos, por equilibrada que sea, puede escapar a todos los golpes del mercado.
Más que repartir activos
Para inversores más dinámicos proteger el patrimonio exige incorporar estrategias que se adaptan al entorno:
Trend following, que corta pérdidas y sigue tendencias.
Carry, que se alimenta de los diferenciales y se adapta ante cambios de entorno.
Macro, Valor, Arbitraje, Dispersión...
En un momento en que las perspectivas para acciones y bonos son limitadas —y el oro cotiza en máximos—, lo que ofrece verdadera tranquilidad no es insistir en lo conocido, sino abrirse a lo inexplorado:
a otras áreas del mercado —commodities, tipos de interés, distintas zonas geográficas, metales o energías—,y hacerlo desde múltiples ángulos: largos y cortos, siguiendo señales de precio, yield, estacionalidad y más...
Esa amplitud, esa red de motores que respiran a ritmos distintos, es lo que puede mantener con vida tu cartera cuando todo lo demás deje de tirar.
Ser todo terreno
Limitarse a acciones y bonos es aceptar un solo tipo de mundo. Ser todo terreno es prepararse para cualquiera.
Significa ampliar el mapa y moverse con flexibilidad cuando el terreno cambia.
Significa no depender de que el entorno ideal —crecimiento estable, inflación baja, liquidez abundante— se repita.
Y significa entender que la robustez se construye con redundancia: más motores, más equilibrio, más margen para resistir y avanzar.
La última década perdida fue un entorno lleno de oportunidades para quienes se alejaron de lo tradicional y se abrieron a la inversión alternativa. La década y media siguiente fue justo lo contrario: un terreno fértil para lo convencional.
Un inversor todo terreno habría seguido avanzando en ambas.
Figura y Tabla 1. Resultados Cartera Return Stacked® Offroad vs. SP500 y Cartera 60/40
Periodo de Julio 1990 a Febrero de 2025 Solo con fines ilustrativos


Fuente: Análisis de Return Stacked Portfolios. Datos de ReSolve y Tiingo. Los resultados no incluyen comisiones de gestión, costes de negociación ni impuestos. RENDIMIENTO HIPOTÉTICO Y RESULTADOS SIMULADOS. Construcción de cartera SP500 y 60/40: 100% SPY y 60% SPY, 40% AGG. Construcción Cartera RS Offroad: 17% RSST, 16% RSBT, 14% RSSY, 23% RSBY, 30% GLD, 30% AGG, -30% IRX. Reequilibrio mensual. Lea el descargo de responsabilidad completo al final de este reporte.
Diseñar estructuras que sobrevivan
El diseño de tu cartera no debería apoyarse en la esperanza —consciente o no— de que el pasado se repita y todo vaya a salir bien.
No necesitas adivinar el futuro, puedes construir estructuras que resistan futuros distintos. Necesitas tener la disciplina de mantenerlas cuando el ruido y la impaciencia invitan a rendirse.
Esa es la esencia de una cartera todo terreno: no busca ganar siempre, busca seguir avanzando siempre, incluso cuando los demás se detienen.
⚡ Pasa de la teoría a la práctica.
Puedes seguir el modelo tradicional, o puedes ajustarlo a tus necesidades y tratar de aprovechar nuevas oportunidades.
Es el momento de aplicar los fundamentos de la cartera permanente, la diversificación estructural y la eficiencia en capital a tu propia cartera y asegurarte de que estás obteniendo el máximo rendimiento, tanto con estrategias clásicas como con enfoques modernos.

Aquí es donde puedo ayudarte.
¿Tienes alguna pregunta?
Haz Crecer Tu Patrimonio con Diversificación Estructural
Con años de experiencia gestionando carteras y fondos de inversión, te ofrecemos soluciones que integran los principios de la Cartera Permanente junto con variaciones modernas como Return Stacking, diseñadas para simplificar la gestión de tu patrimonio y optimizar su crecimiento en cualquier entorno económico.
¿Qué obtienes al trabajar con nosotros?
¿Cómo Empezamos?
Sigue estos tres sencillos pasos:
📅 Agenda una Consulta
Haz clic abajo para agendar una llamada con uno de nuestros asesores.
🎯 Implementamos las Estrategias
Una vez que conozcamos tu situación, un asesor te guiará en la selección de las mejores estrategias para hacer crecer tu patrimonio de manera eficiente.
📈 Deja que Tu Dinero Trabaje por Ti
Desde ahí, nos encargamos de la gestión continua para que puedas centrarte en lo que realmente importa, mientras tu patrimonio crece.
Reserva Tu Consulta con un Asesor
Simplifica la gestión de tu cartera con estrategias avanzadas y una gestión profesional que se adapta a ti.
Empieza hoy y deja que nuestro equipo te ayude a maximizar el potencial de tus inversiones.
Descargo de responsabilidad
Rafael Ortega Salvador es Gestor de Fondos de Inversión Senior en Andbank WealthManagement SGIIC, entidad supervisada por CNMV donde gestiona diferentes vehículos de inversión y carteras discrecionales. Estos vehículos y carteras pueden estar invertidos en los subyacentes, instrumentos, activos o estrategias mencionados en esta publicación, pero no han tomado posiciones en valores mencionados en los cinco días hábiles bursátiles directamente anteriores ni posteriores a la fecha de publicación original, ni estos suponen más del 5% del patrimonio de ninguno.
Esta web tiene el objetivo doble de educar financieramente a sus visitantes e informar sobre noticias relacionadas con la vida profesional de su autor. No se debe considerar su contenido como asesoramiento en inversiones ni como una recomendación para comprar o vender activos. No es una oferta o invitación suscribir de participaciones o acciones de ningún vehículo de inversión.
Las opiniones expresadas por colaboradores o en enlaces no reflejan necesariamente la opinión del autor, empresas colaboradoras o afiliados. La información oficial y legal sobre los fondos de inversión gestionados por Rafael se puede encontrar en sus páginas web o en la web de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Se puede acceder a la información exigida por normativa gratuitamente mediante el enlace a nuestro aviso legal.








